Este miércoles, la Alcaldesa de Aranda de Duero, Dña. Raquel González Benito, recibía en el Salón de Plenos del Ayuntamiento a una representación de los estudiantes de San Gabriel que vienen hasta la Ribera del Duero y que pertenecen a localidades y regiones limítrofes y de otros países. Esta delegación de alumnos/as está compuesta por estudiantes de países como: EEUU, Japón, México, Brasil, Venezuela y Colombia; y de varias localidades de España. Todos ellos vienen por el reclamo formativo de una localidad muy atractiva y por una oferta educativa integrada relacionada con el mundo del vino.

Este miércoles, la Alcaldesa de Aranda de Duero, Dña. Raquel González Benito, recibía en el Salón de Plenos del Ayuntamiento a una representación de los estudiantes de San Gabriel que vienen hasta la Ribera del Duero y que pertenecen a localidades y regiones limítrofes y de otros países. Esta delegación de alumnos/as está compuesta por estudiantes de países como: EEUU, Japón, México, Brasil, Venezuela y Colombia; y de varias localidades de España. Todos ellos vienen por el reclamo formativo de una localidad muy atractiva y por una oferta educativa integrada relacionada con el mundo del vino.

Se da la circunstancia que, desde este curso, se ha puesto en valor el acuerdo alcanzado con la Southern Oregon Wine Institution (SOWI). Importante Institución educativa norteamericana en la localidad de Roseburg, ciudad hermanada con Aranda de Duero. Este acuerdo ha posibilitado la presencia en la Ribera del Duero y San Gabriel del estudiante Matthew Cates. Durante su estancia en la Ribera, un estudiante de San Gabriel, Pablo Higuero, se encuentra también de intercambio cultural en la SOWI, en Roseburg.

Actualmente, sólo Escuela de Enología San Gabriel aglutina cerca de un centenar de estudiantes siendo la más joven de España, la única con Bodega y viñedo real y la de más alumnos del país. Entre sus logros se encuentra haber alcanzado un año más el 100% de inserción laboral de sus titulados y tener más de un 30% de estudiantes que provienen de otras partes del país y del mundo, que se desplazan desde sus localidades para vivir durante dos años o más en la Ribera del Duero. Todo ello convierte a San Gabriel en un verdadero motor generador de desarrollo y un atractivo más para convertir a la Ribera del Duero en una singular capital cultural del vino.