Hace tan sólo unos meses que una expedición gabrielista ponía rumbo al continente asiático sin gran preparación pero con una carga de ilusión tan grande que era difícil pensar en sembrar sin recoger. Quizás esa ilusión y, ciertamente, la acción de la Providencia han querido que meses después de aquellos contactos cordiales estos den fruto en forma, inicialmente, de relación comercial.Hace tan sólo unos meses que una expedición gabrielista ponía rumbo al continente asiático sin gran preparación pero con una carga de ilusión tan grande que era difícil pensar en sembrar sin recoger. Quizás esa ilusión y, ciertamente, la acción de la Providencia han querido que meses después de aquellos contactos cordiales estos den fruto en forma, inicialmente, de relación comercial.
Queridos lectores, hoy parte para China el primer contenedor de vino Gabrisán. Nuestros caldos han logrado cautivar los paladares chinos y el futuro se puede escribir en forma de futuro prometedor. Durante este tiempo han sido múltiples las gestiones y las dificultades; todas ellas preciadas oportunidades que nos han hecho aprender sobre la marcha. No hay dificultad, sino oportunidad, cuando nos acompañamos del entusiasmo propio de sabernos constructores de un mundo más justo y fraterno.
Las relaciones comerciales con China han comenzado, y no serán estas las mayores que tengamos pues los proyectos con ese país son mucho más ambiciosos y tienen que ver fundamentalmente con el plano cultural. Avanza el proyecto de construcción del Centro de Formación San Gabriel en el sur de China.
Gracias a los hacedores de esta preciosa historia: Hno. Balbino, Aintzane (Enóloga), Nacho y Jorge (Bodegueros). Gracias por haber sorteado todo tipo de dificultades, y las que lleguen, con verdadero espíritu montfortiano. ¡ADELANTE!