El pasado fin de semana la localidad de Roa vivió dos días muy especiales. El Colegio San Miguel celebraba su fiesta fin de curso y lo que se anunciaba en clave de lluvia y borrasca, resultó ser un pueblo en fiestas. Así resulta la vida cuando todo se contempla desde la óptica ilusionada de los que conforman la comunidad educativa del Colegio San Miguel.

Como quiera que el tiempo no anunciaba sol, quizás porque el campo necesitaba más de ese líquido vital, el pasado fin de semana todo un pueblo fue testigo del ambiente festivo que se vivió en la gran familia que resulta ser el Colegio San Miguel.

Desde el sol resplandeciente del corazón, equipo directivo, profesores, familias y alumnos/as  pusieron lo mejor de sí para lograr disponer todo un pueblo para la fiesta. El sábado, el tradicional polideportivo del Roa volvió a vibrar con las risas de pequeños y jóvenes gracias a los hinchables instalados. Al atardecer, un chocolate calentito ayudaba a pasar la fresca e impropia tarde de junio.

Ya el domingo el tiempo nos trasladó hasta la capilla parroquial, antiguo cine de la villa. Oportunidad para conocer tan preciada instalación y para celebrar la eucaristía como verdadera comunidad. Finalizada la celebración religiosa, el AMPA procedió a entregar los regalos y distinciones a los niños/as que inician la Primaria y la Secundaria. Como es de esperar, los que marchan e inician nueva etapa en la ESO se dirigieron a sus educadores, padres, hermanos/as y profesores, con palabras que a todos emocionaron.

Tras un almuerzo compartido en familia, pasamos al festival de final de curso. En este caso, aún contando con las maravillas de patio colegial tan bien preparado por las familias, se tuvo que hacer uso del fantástico salón de actos del nuevo Centro Cívico de Roa, cuyo Alcalde nos brindó gentilmente desde primera hora del domingo. Por este año, mereció la pena el cambio pues los pequeños artistas se sintieron mucho más protagonistas en un escenario de tal magnitud.

A todos los implicados en este festival, pequeños y mayores. Gracias de todo corazón por vuestro compromiso incondicional con la EDUCACIÓN y con vuestro querido SAN MIGUEL. Sin duda alguna, ¡vale la pena el esfuerzo! Enhorabuena y ADELANTE